Cachopo en Casa Ferino

Dos recomendaciones en un sólo día para ir a Casa Ferino a comer cachopo… eso es una señal. Así que fuimos a probarlo.
El sitio está en Roces, Gijón y está lleno de gente. Nos sentaron en una mesa y el trato del camarero fue muy bueno. Me gustó un detalle que tuvo: Resulta que la mesa es pequeña para albergar los platos, pan, cubiertos, copas y bebida, así que pensé que lo mejor sería poner la bebida en el suelo. Dijo que no y trajo una silla. El detalle está en que no nos permitió poner las bebidas en la silla. Y pensando en los demás y en el futuro cliente que se sentase en esa silla, puso servilletas. Que por cierto, unas servilletas gordas y buenas. Daban gusto limpiarse el hocico con ellas.

Hay 3 tipos de cachopos. Pequeño, mediano y grande. Preguntamos y para 3 nos recomendó el grande. Como íbamos a tomar algo de entrante, decidimos tomar el mediano. Los precios son, a día de hoy: Pequeño 20€, mediano 23€ grande 26€.
Cuando llegó el cachopo pensamos que deberíamos de haber pedido el grande. No nos pareció para nada ‘mediano’, más bien parecía el pequeño. Pero bueno, estaba muy rico. El rebozado muy seco (sin aceite residual), crujiente y hasta rico. La carne tierna y sin nervios ni grasa, relleno de jamón y queso y con una buena dosis de patatas. En general bien, pero nos pareció caro para el tamaño que tenía.
Detalle importante: Nos cambió los cuchillos que teníamos para comer el primero y nos trajeron unos cuchillos que cortaban. Buena idea. Como dije antes, el camarero muy atento.
Se acompaña de varios pimientinos de padrón fritos. Un buen cachopo. Aunque la forma que presentaba era un tanto rara… tenía un hueco en medio que hacía que el cachopo sea más pequeño aunque a la vista pareciese grande. Ese detalle no estuvo bien.

De entrante pedimos unos entremeses calientes y morcilla. La morcilla vino en cantidad. No hay queja. Un poco suave, por lo menos a lo que estamos acostumbrados aunque de sabor estaba bien. A pesar de que mi compañero fue el primero en decir que estaba muy suave, la estuvo repitiendo todo el día. A mi no me pasó, con lo que sólo me quedó el recuerdo de su sabor.
Los entremeses calientes estaban compuesto de Empanadillas de bonito, croquetas, gambas a la gabardina y calamares. fritos. Los calamares estaban buenos… bueno, en general ha estado bueno todo. No hubo queja, salvo el precio.

De postre: Pijama. A 6€. Muy rico, pero lo dicho: Un poco caro…

El sitio parece muy familiar. Había mucha gente con sus hijos y al parecer son clientes habituales. Hablaban con el camarero de tú a tú y con confianza.
La comida estaba buena, aunque nos pareció en general algo caro. Aunque pensándolo fríamente, mejor que sea algo caro y que sea buena comida a que sea barato y nos traigan cualquier cosa.