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Hoy fuimos a probar el cachopo. Es famosa por la carne roja y nos habían dicho que su cachopo era grande. Hasta ahí bien. Preguntamos y nos dijeron que sí, que era bastante un cachopo para los tres. No nos engañaron, nos trajeron el cachopo y sí, era grande. Un poco caro, 30€, pero como lo compartimos entre 3 no sale tan caro. Viene cortado en trozos, que se agradece para repartir mejor, y muy caliente.
Una de las pegas es que es muy grande y según vas comiendo se va enfriando y acaba estando muy duro de masticar. Aunque no es una pega muy importante, por no decir que no lo es, si van varios a comer.
Lleva un rebozado muy crujiente, aunque vino un poco quemado y en algunos trozos dejaba un mal sabor. No sé qué clase de rebozado era pero se despega de la carne, la cual me fijé y parecía hecha a la plancha (solo es una suposición).
El relleno es de jamón, queso y una capa de setas. Las setas (más bien ‘la seta’, porque era una enorme) le daba un toque especial. No se aprecia mucho su sabor a no ser que la separes del cachopo y la comas por separado, pero era lo más tierno de cada bocado y deja un sabor distinto y agradable.
Buen jamón y abundante queso.
La pena es la carne. Muy dura, demasiado cuando esté fría, y llena de nervios. A veces algún bocado se hace difícil, ya sea por el mal sabor del rebozado quemado o de la carne dura. .
Por encima lleva unos pimientos que dan un buen toque. Recién hechos, calientes y muy sabrosos. También lo acompaña unos espárragos rebozados. Nunca lo había visto y da un aspecto un poco sobrecolesterado al plato. Algo de ensalada (lechuga y tomate) y patatas por debajo del cachopo. Pocas patatas en comparación con el enorme cachopo, pero buenas al fin y al cabo.
Por internet también lei una versión parecida a la mía. Coincide con la capa de setas dentro del cachopo, con lo que esto debe ser lo habitual. También critica la mala calidad de la carne. Es raro, teniendo en cuenta su fama y que el resto de comida lo hace bien. No suspendo a la carne porque no era malo del todo, pero no merece una nota alta. Un APTILLO es lo que se lleva para el cachopómetro.
De entrante pedimos unos calamares frescos, 15€. Caros, como en todos sitios, pero muy ricos, tiernos y frescos. Mereció la pena.
Una compañera pidió un menú del día. En él había cachopo de lenguado y dijo que estaba buenísimo. Recuerdo que una vez pedí en el menú del día cachopo de lomo, y la verdad es que estaba muy bueno. La fabada de primero también estaba riquísima.
No se puede ser perfecto, y por eso me atrevo a decir que, siempre a mi criterio personal, el cachopo no es su mejor plato.
Localización: Calle de Begoña, 38, Gijón
Teléfono: 985.34.28.44
Parking: No. Parkin de begoña, parchís, etc.
Página web: No.
Precio: 30€, pero enorme.
Coordenadas GPS: 43.54195, -5.66277
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He estado varias veces en este local, en todos los casos comiendo a la carta. Siempre hay mucha gente y sin reserva los tiempos de espera pueden alargarse hasta duplicar y triplicar lo que te dicen en un principio, no son muy serios en ese aspecto. La cocina es anodina, para salir del paso, aprobado raspado. El servicio en la misma linea. Ningún plato ni especialidad que destaque, la carne es de calidad variable entre mala y normal, y los pescados disponibles suelen ser merluza y bacalao, con eso queda dicho todo. El precio, en consonancia, ni caro ni barato. Desconozco cómo funcionan a diario con los menús, pero a la carta no lo recomiendo.
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Creo que es del todo imprescindible que la carne del cachopo sea buena, si tiene nervios, grasas, o está seca o dura ya no sirve.
Debe ser tierno, con el queso cremoso pero no líquido y un rebozado crujiente. Y sobre todo en ningún caso debe tener mal sabor… jeje. No es que sea muy entendida en la materia pero lo básico, es lo básico y no hay que conformarse con menos.
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