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Yo hacía tiempo que no tomaba ni cachopo ni carne, así que lo pedí. A simple vista es algo muy raro… un cachopo cuadrado. Mientras lo comía ya me di cuenta que era un filete doblado por la mitad. La carne estaba muy tierna y las patatas bien; nada fuera de lo normal. El cachopo, a pesar de ser muy pequeño, estaba bastante jugoso. Lo consiguió esa salsa que estaba por encima de la carne que no llegué a saber de qué era, pero que estaba muy rico. Relleno de Jamón y queso, con un queso que se derretía y se mezclaba con la salsa. Y un pan delicioso, que apetecía limpiar los restos de salsa que quedaban del plato.
El cachopo era caro para la cantidad que vino. Acostumbrado a comer cachopos de tamaño industrial medido en hectáreas, uno que cabe en la palma de la mano deja mucho sabor de boca, eso sí, muy rico.
Ella fue más lista. Pidió el menú del día pudiendo comer varios platos y todo lo que quisiera. De primero comió guiso de patatas con carne, aunque tenía un nombre muy raro, pero que era eso: Guiso de patatas con carne y de segundo, merluza a la cazuela. Un buen menú para ser una sidrería, eso sí, una sidrería que estaba llena cerca de las 3 de la tarde de un día de por semana de gente tomando sidra como si fueran las 7 de la noche. Más tarde nos dijeron que es un sitio de prestigio, vamos, lo que todo el mundo conoce como «más caro por lo mismo pero más pequeño». Por el menú no sería, pero el cachopo sí.
Por fin los postres, el ansiado ‘muerte por chocolate’ estaba cerca. Por más de 5€ debería de tener hasta chocolate gaseoso, pero no… cuando llegó me defraudó mucho. Es una simple tarta de chocolate sin más misterios. Una tarta de chocolate, con bizcocho de chocolate, un estrato de mousse de chocolate y viruta de chocolate espolvoreada por encima. Bueno… lleva chocolate, pero llamarlo «muerte por chocolate»? yo me imaginaba otra cosa. Un poco de sirope de chocolate le hubiera dado un mayor toque chocolatil y acorde con el nombre. ¿»Muerte por chocolate»? No llega ni a suicidio. Ni siquiera a eutanasia por chocolate. En fin… como dice mi novia en estos casos: «Una y no más». Ella, por tener menú, no tuvo más remedio que tomar el único postre que le daban: Tarta de manzana. No era para tirar cohetes, pero le gustó.
Me decepcionó un poco la comida. El sitio es una sidrería de toda la vida, llena de gente. Bien decorada y un trato excelente al cliente. Tienen una pared pintada de rojo con un cuadro, a modo de pecera, llena de manzanas rojas, y otra pared pintada de verde con otro cuadro lleno de manzanas verdes. Muy bien decorado. Pero es muy caro y no se si es sitio para ir a comer a la carta. Por la cantidad de gente que había en la sidrería, parecía más bien para ir a tomar una sidra que ir a comer cachopo. Vale, sí, es una sidrería y allí se va a tomar sidra, pero conozco sidrerías que los cachopos se miden en metros cuadrados y la exquisitez de los mismos se miden en radianes al engordar la tripa.
Localización: Ramón de Campoamor, 4 33710 Navia
Teléfono: 985.62.48.84
Parking: No. A buscar parking por cualquier sitio de Navia, que ta todo cerca
Página web: No.
Coordenadas GPS: 43.539982, -5.645428
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