Costillas en La bracería

Pues hoy nos fuimos a la Bracería, un restaurante portugués que no parece que tenga mucho tiempo. Entramos y vimos una parrilla con leña (BIEN!).

Pedimos costillas y un criollo. Quién sabe! igual se come bien en un portugués. Nunca lo probé.
Llegaron las costillas más pequeñas del mundo. Eso sí, un montón de ellas, pero muy pequeñas. Pero la sorpresa me la llevé cuando las probé: Las más rellenas de carne que he probado nunca. Y muy sabrosas. Un gran contraste: pequeñas y muy rellenas de carne. De sabor muy bien y muy jugosas. Percibí poca grasa. Realmente me sorprendió.
Se acompañan de unas patatas fritas, que es un gran detalle y de arroz blanco, que también prestó y pimiento confitados. Todo ello por 12€.
Y por 5€ más también comimos un criollo que remató la faena.

Para las crías unas croquetas de bacalao que estaba muy bien fritas y bien hechas. Les gustó porque no tenía tropiezos y estaba muy jugoso.

No es sitio para ir con niños pero sí merece la pena el ir y probarlo. llama mucho la atención que en todas las mesas tienen un cuadro de mandos para llamar al camarero, pedir la cuenta, etc. Lo probamos y vienen rápido. Lo tienen todo centralizado y llevan relojes inteligentes.

Un buen sitio para ir y para repetir.