El Mancu, again

Para celebrar que era el día de Santa Bárbara y aprovechando que en Mieres no había clases y teníamos a un compañero libre, decidimos ir a comer un cachopo. Sí… le sé… nos estamos poniendo como deficientes.
Buscamos sitios a donde ir pero no se nos ocurrió ninguno, así que decidimos repetir en El Mancu ya que habíamos quedado todos bastante contentos y queda cerca del trabajo.

El mismo sitio, la misma comida… creímos que iba a ser todo igual pero nos equivocamos. De primero pedimos la típica ensalada. Esta vez hablaré de la ensalada ya que una amiga mía vegetariana no le gustó que no se hablara de eso tan importante para ella y tan poco sustancial para nosotros. La ensalada era mixta. Traía de todo: Lechuga, cebolla, aceitunas negras, aceitunas verdes sin hueso, tomate, espárragos… creo que no se me olvida nada. Sin aliñar, así que lo aliñamos a nuestro gusto y nos servimos. Pedimos 3 ensaladas para 9 que éramos y todavía sobró algo. De sabor… bien.

De segundo, el Cachopo. La última vez ya habíamos preguntado por el tamaño del cachopo y nos respondieron que depende del día. El tamaño de aquella era normal tirando a pequeño. No quedamos saturados de comida pero tampoco habíamos quedado con hambre. Sencillamente quedamos satisfechos. Con estos antecedentes pedimos un cachopo para cada uno. Cuál fue la sorpresa cuando llegaron con un plato enorme con un cachopo que no cabía en él! Quedamos con la boca abierta y salivando. Desgraciadamente me había hinchado a comer pan y ensalada, cosa que no repetiré por mucha hambre que lleve. El rebozado era distinto. Mucho más crujiente. El sabor estaba mucho más rico. Si anteriormente estaba bueno, ahora estaba mejor. Disfrutamos tanto de la comida que hasta ahora mismo, comentando esto, estoy salivando. Como siempre, relleno de Jamón y queso. Sabroso cuando toca el queso, aunque eché de menos un poco más de queso. Me encanta el queso derretido encima de la comida.

Seguidamente pedimos el postre. Estábamos tan llenos que no era buena idea pedir arroz con leche, así que yo pedí tarta de Mousse de chocolate. Llevaba por encima un chorro de sirope de chocolate y una hoja muy fina de chocolate le colgaba por la parte trasera. Entraba como una buena sopa caliente en un domingo frío y lluvioso. El estómago lo agradeció y la digestión se hizo mucho mejor. Ya sé qué voy a pedir de postre la próxima vez que vaya. que seguro que la hay. Aunque estoy muerto de ganas por probar las costillas. Ocurre que en la entrada del local se ve la parrilla y todo lo que están haciendo, y claro… uno no es de piedra y me muero de ganas de probarlo todo.

Como siempre, café. A mi me encanta el café de este sitio. El precio total se desorbitó esta vez: 25€ por persona. Igual es porque para beber pedimos casera y varias jarras de cerveza y nos cambiaron el pan varias veces. Aún así, repetiré.