Estilo campo, de nuevo

Pues otra vez a Estilo Campo, y es que se nota cuando nos gusta un sitio porque lo repetimos varias veces. Además, vino gente nueva que nunca había venido, es buen sitio para estar tranquilos, comer bien y barato. Mientras esperábamos a que llegaran todos tomamos una caña. Y de tapa vino el camarero y nos ofreció costillas en salsa. UF! qué rico estaba.
Esta vez hubo más variedad en la comida. Para picar pedimos morcilla matachana, chipirones angulados y croquetas.

La morcilla matachana era muy rara. Era una tosta pequeña con un revuelto de huevo y morcilla matachana con una pinta muy rara. Eso sí, muy bien presentado, pero sabía igual que parecía: Muy raro. No sabía nada a morcilla. Era casi todo huevo y piñones. Es raro que no sepa a morcilla teniendo en cuenta que es un sabor muy fuerte. Y es más raro todavía el color, ya que la morcilla es negra y el revuelto era bastante clarito.
Yo, amante amantísimo de la morcilla matachana, cuanta más fuerte mejor, doy un suspenso a este entrante. Pero había que probarlo, ¿no? Éramos 10 fartones a comer y llegó a sobrar morcilla, con eso lo digo todo.

Luego nos llegó los chipirones angulados. Esto ya lo habíamos probado varias veces que vinimos, así que lo pedimos de nuevo porque nos encantó. Pero a un compañero y a mi nos pareció que tenía un sabor agrio. No estaban malos los chipirones, pero no nos llegaba a convencer. Al día siguiente vino mi compañero y me dijo que le dijeron que hay sitios que cuando están los chipirones un poco pasados, pierde la textura; No llegan a estar malos, pero cambia mucho al paladar. Para evitar esto les dan un baño con agua y unas gotas de amoniacoy recuperan la textura inicial. ¡ESE era el sabor agrio que suponíamos pero nadie se atrevió a decir! Aún así, muchos no protestaron y se lo acabaron. Es una lástima que nos viniera así el plato. Debo decir que hemos venido varias veces a este sitio y nunca nos paso esto. Supongo que escogimos un mal día. Para la próxima no sé si preguntar si saben a amoníaco o arriesgarme, y si lo sabe, protestar. En las otras entradas de Estilo Campo puedes ver comentarios más agradecidos a este plato. Pongo los enlaces al final de esta entrada.

Al parecer no estaban teniendo éxito los entrantes. Menos mal que estaban las croquetas haciendo furor. Tuvimos que pedir más. Muy ricas, muy crujientes y en cantidad. En la foto se puede apreciar el plato semiacabado y manos de la gente que quería más y más. El segundo plato también fue devorado con furia visigoda. Nos pusieron una rodaja de limón. Nunca le eché limón a las croquetas. Bien es cierto que decorativamente hablando queda bien, pero de sabor no lo sé. Igual pruebo un día. Lo que sí hago con el limón es comerlo o pincharlo con el tenedor para echar el jugo en el vaso de agua. Aparte de estar rico, rellena de ácido el estómago favoreciendo la digestión.

Y de plato fuerte: El cachopo. Se pidieron varios cachopos, pensando en un cachopo para tres personas. Pero nos quedamos cortos ya que parecían un poco más pequeños que de lo costumbre. Aún así estaban igual de buenos, jugosos y crujientes. Seguramente nos quedamos cortos por ese motivo: Por lo buenos que estaban. Así que se pidieron 2 cachopos más. Pero fue raro… los dos cachopos extras eran distintos. Debimos de agotar las existencias o algo. En uno el queso tendía a cero y eran mucho más finos. Pero a mi me gustaron igual. Me encantan los cachopos de este sitio.

Pero algo raro pasó… hacía frío, llovía y, en general, el día era desagradable. Me apetecía algo caliente. Así que pedí fabada. Lo raro es que no tenían Fabada Asturiana. Tenían Fabas con Jabalí. Nunca lo había probado así que me animé y lo pedí. Me trajeron una fuente llena de Fabada. Al principio sabe un poco raro… pero en cuanto el paladar se acostumbra no puedes parar de comer. La carne muy tierna y nada fuerte, como me dijo el camarero. Repetí varias veces y animé a la gente para que lo probara, pero no hubo forma. Yo, en cambio, sí compaginaba mis andanzas fabariles con el cachopo, de ahí también que nos quedáramos cortos con los cachopos, y pude comer un poco de todo. No creo que repita les fabes con xabalí; no porque no me hayan gustado, sino porque prefiero comer otra cosa que me preste más.
Un compañero tampoco comió el cachopo. Pidió entrecot. Pongo una foto de ello para que se vea la buena pinta que tiene.

Postres: Uf! aquí sí que quedamos como deficientes. No sé por qué, si por remordimientos por los chipirones angulados amoniacados o el cachopo improvisado que hicieron, pero los postres nos llegaron dobles. Al que pidió la tarta de chocolate: Doble tarta de chocolate. El que pidió frixuelos, pues toma frixuelos. ¿Arroz con leche? !pues a comer arroz con leche! el arroz con leche venía en un plato desfigurado, no era una tarrina. Así es como lo hacía mi madre: hace una fuente enorme de arroz con leche y luego se separa en raciones según lo piden. El frixuelo estaba relleno de nata y cubierto con chocolate, pero estaba frío. No es que estuviera malo, pero a mi los frixuelos me gustan calientes, recién hechos, aún así estaba bueno.