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Primeras impresiones:
– Comedor grande y limpio. Las mesas con mantel de tela y platos decorados. Servilletas de tela. Todo muy rococó. Los cubiertos con mango de madera. Dos tenedores y dos cuchillos. Los de carne, realmente de carne. Siempre supe cómo eran pero nunca vi un tenedor de carne: Tridente y bien afilado. Cuchillo de carne como debe de ser. Corta la carne como si fuera mantequilla.
– Algunos dirán que qué tontería, pero agradecemos mucho que nos traigan la casera de marca casera y de tamaño grande. Y el vino sin abrir.
– Nuestro menú era un menú especial cachopo consistente en Pastel de cabracho, Setas Silvestres con queso cabrales (yo permuté el mío por croquetas), Cachopo, postres y vino por 20€. Mirando la carta vi que el cachopo cuesta 15€. No está nada mal de precio. Si llego a saber que íbamos a quedar tan fartucos, pedía un menú para dos. Cachopo de Jamón y queso o queso de cabra y cecina (también lo tienen de merluza bajo encargo: Lo tengo en mi rincón de ‘pendientes’).
Como me enrollé demasiado con la presentación, hablo primero del cachopo. Primero impresión es… ¿verde por un lado y también verde por encima? Nunca había visto, ni había imaginado, que se le podría poner arbejos a un cachopo. ¿De verdad? He visto cosas raras con esto de que está de moda, pero arbejos… oye, y que estaba bueno. No es un producto que robe mucho sabor; Es más, lo complementa a la perfección. Acompaña bien a la carne y le da un buen toque. Al fin y al cabo, los arbejos y la carne siempre van juntos de la mano, ¿Por qué no del cachopo? Así que por mí, bien.
La carne era muy tierna. No solo se partía muy bien con los cubiertos, sino que se masticaba muy bien. Carne sin tratar, ni amasar para hacerla más grande. Tamaño mediano-pequeño. De ración. Pero con todos estos entrantes se hace grande. Creo que un menú así es para compartir.
Relleno de jamón y queso. Buen jamón y queso justo, sin abusar pero se nota la presencia. El de cecina gustó más: Buen sabor a cecina.
Rebozado muy blando. Lleva algo de salsa de carne asada. Sólo algo. Le da un toque jugoso, hace la carne más tierna y añade muchísimo sabor.
Patatas caseras y bien ricas. Y para rematar, algo de ensalada y pimientos.
Para mí es un gran cachopo. Muy tierno, muy sabroso y con un toque especial a carne asada. Me gustó mucho.
Ahora vayamos por partes, Pastel de cabracho. Ver como lo trajeron choca un poco. Es el sitio en donde lo vi más elaborado. Lo normal es que corten un trozo de pastel y lo pongan en el plato con salsa, pero aquí hacen un poco más. Recubren el pastel con salsa rosa, lo adornan con dos aceitunas, un trozo de naranja y un poco de ensalada. Un compañero dijo que no le parecía bien porque puede haber alguien que no quiera salsa. A mi me gustó la idea. Queda decorativa y es lo mismo que en cualquier sitio pero distinto. De sabor muy bueno y con buena textura. Viendo lo que estábamos viendo, no me extrañaría que fuera casero. ¿Y la naranja? Bueno… ya que estaba ahí, pues nos la comimos. Oye, y que prestó el saborín de la naranja después del pescado. Muy jugosa (ya podía tenerlas yo así en casa).
Croquetas caseras. Bien de sabor aunque vimos poco jamón (a mí, personalmente, me gustan así). Buen rebozado y también bien frito. Nada aceitoso: Nuca creí que tuviera que decirlo de un restaurante, pero viendo que en algún sitio ponen las croquetas nadando en aceite, me veo obligado a comentarlo. El relleno era demasiado pastoso. Tenían demasiada harina. Un poco menos de harina y sería la croqueta perfecta, pero que todo el mal sea ese. No quedó ni una en el plato y eran muchas, así que muy malas no estaban.
Variado de setas silvestres en una cazuela con trozos de carne (trozos de jamón y filete. En cantidades infinitesimales). Vienen en un caldo con lo que no están secas. Por encima, queso de cabrales. No están nada blandurrias, están bien hechas. Se devoraron.
Postres caseros sin duda. Cerca de nuestra mesa estaban preparando los postres para las otras mesas. Sacaron un montón de cuencos metálicos en donde se hace el flan al baño maría, les daban la vuelta en un copa y le echaban nata por encima. Pero nata de verdad. El paisano tenía una manga gigante que la tenía que apoyar en el hombro y echaba la nata a todas las copas. Probé esa nata y estaba muy buena. El arroz con leche también casero y muy muy rico. Mousse de chocolate con una galleta borracha en el fondo. La camarera muy tranquila diciendo que todo era casero en vez de alardear de ello. Requesón con miel casera. ¿Miel casera? Me lo confirmó y dijo que lo traía de no sé qué granja así que lo pedí. Me trajeron una copa con el requesón, que por cierto, estaba poco ácido, suave y con una textura muy cremosa, y un bote de miel, de la miel más rica que probé en mucho tiempo. Como me dejaron el bote, repetí y repetí. Me recordaba a la miel que hacía mi güelo cuando era güaje que tenía un sabor distinto y una textura granulada, como si quisiera solidificarse pero no lo hacía por capas. Me encantó.
Comida casera en un local casero. Tenía la pinta de estar toda la familia trabajando. Y lo hacían muy bien. Un buen trabajo en equipo. Debían de comunicarse telepáticamente porque no les vi pegar ningún grito, una palabra de más ni apenas gestos. Se movían rápidamente. Eran como hormigas las cuales todos tenían su cometido y lo hacían eficientemente y sin protestar. Me comentó que ese día había una congregación religiosa cerca y que hacían la comida ahí. Por eso había tantísima gente. Pero es que debían de ser dos para toda esa gente y lo llevaban estupendamente. Más alguna cocinera en la cocina. Y siempre con una sonrisa en la boca. Buena gente.
Claro ejemplo de que un gran cachopo no tiene por qué ser grande.
Localización: Eladio Rico, 12, Trevías, Valdés (carretera principal)
Zona: Trevías.
Teléfono: 985.64.70.85
Parking: No.
Página web: Pensión La Unión
Precio: 15 euros el normal y el de cecina.
Relación Calidad/Precio: Muy Buena
Zona Wifi: Sí
Día de descanso: –
Coordenadas GPS: 43.502975,-6.43673
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¿Que tal las moscas del comedor? En verano son acompañantes permanentes de los comensales. Mi familia y yo dejamos de comer aquí precisamente por eso. Comentamos a quién nos servía lo desagradable que resultaba tener moscas alrededor mientras se come y nos contestó: «Ufff… pues en la cocina hay más que aquí»… Cruz y raya, no hemos vuelto. Por cierto, la comida simplona y de calidad media baja. Vale que son raciones abundantes pero personalmente prefiero calidad a cantidad. Mis visitas a este restaurante han venido dadas porque en esa localidad no hay otras opciones, de ahí que mi familia y yo nos hayamos visto abocados a comer allí cantidad de veces (hasta el día de las moscas) luego, sé perfectamente lo que dá de si el lugar.
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Hola, Eulalia
Pues no encontramos ninguna. Y tenía que haber, que era un día de sol y caluroso, pero no… me acordaría porque a mi peque le encanta las moscas. Se pasa horas mirando pa ellas.
O estaban ese día de huelga o pusieron remedio que un restaurante con moscas, como dices, no es agradable.
¿Calidad media-baja? a mi, personalmente, no me pareció tan mala. ¿Puedes recomendarme algún sitio con buena calidad en Valdés o cerca de Gijón, Navia…?
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Me lo apunto, gracias.
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Pues yo fui con mi hija y la verdad que el trato muy bueno la cena ( cachopo ) escelente igual q lo demás que cenamos yo lo recomiendo
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en un pueblo lo mas lojico es la mosca , mosquito etc sino lo quieren quedense en casa haber lo que tendran.No creo que hubiera tantas busca solo un sitio que en verano no las haya de la comida no pueden decir baja no me lo creo.Y lo de la cocina hay mas seguro que te la corrieron para reise jajajajjj
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