Cachopo en el Bar El Estruendo (Oviedo)

El otro día estaba con un amigo tomando algo y nos entró una gana de cachopo de estas que hacen que te levantes y cojas el coche en busca de algún manjar. Decidimos ir a una cafetería-bar que han abierto hace poco en Oviedo y que habíamos visto por las redes sociales que tenían cachopo, así que fuimos a probarlo.Se trata de un bar ubicado en la calle paralela a la de los vinos de Oviedo (una peatonal) y que es regentado por una familia. Son gente muy amable y que siempre están pendiente de que todo esté correcto en la mesa y que te encuentres a gusto durante toda la comida.

Según entras por la puerta, te encuentras con la barra a la izquierda y unas pocas mesas. Al fondo, y después de subir un par de escaleras, tienen el comedor decorado con cuadros y fotos de Cangas del Narcea. De ahí viene el nombre del bar, del «estruendo» que se arma en el pueblo cuando se lanza la famosa Descarga.

Llegamos con la idea fija de comernos un buen cachopo y lo primero que nos llamó la atención fue la carta. Mejor dicho, los precios… ¡el cachopo cuesta 13 euros! No sabíamos el tamaño ni nada sobre cómo sería, pero el precio ayudó.

Como íbamos con bastante hambre, decidimos pedir un entrante de entre la gran variedad que hay en la carta y nos decidimos por un clásico: las croquetas de jamón. Además, nos pedimos un cachopo para cada uno sin dejar de mirar de reojo la carta de postres caseros ya que sabíamos que sería un buen final para la cena.

Nos trajeron las croquetas y menuda ración. Era una ración para dos pero habría como 15 croquetas en el plato. Yo tuve que parar de comer por miedo a que luego no me entrara el cachopo, y me fastidia mucho dejar comida en el plato. El sabor no decepcionó para nada, se notaba mucho que eran caseras, con buenos trozos de jamón y muy cremosas. Deliciosas.

Luego llegaron los cachopos … y una fuente de patatas que era como para cuatro. El tamaño de los cachopos nos impresionó teniendo en cuenta el precio… y no os puedo describir el sabor. Al primer bocado supimos que no nos habíamos equivocado, la carne tierna y rica, buen relleno sin abusar del jamón como pecan en otros restaurantes que piensan que por llevar más jamón el cachopo es mejor (y no es así señores) y, lo que más nos llamó la atención, el rebozado.

Era un rebozado ligero, que se deja comer. Muy rico, delgadito pero muy consistente. En ningún momento se partió y no había que andar «buscándolo» por el plato para poder dar un bocado completo de todos los ingredientes de un cachopo tradicional.

Os lo recomiendo, tenéis que probar este cachopo, no os defraudará y menos con esa relación calidad-precio. Si tenéis pensado una cena o comida en Oviedo no dejéis de lado este nuevo restaurante porque no os decepcionará.